Camino de los Prodigios

23/02/2014 Masqueandar

El pasado 23 de febrero nos desplazamos hasta Miranda del Castañar, en plena Sierra de Francia, para conocer el Camino de los Prodigios. Este es uno de los itinerarios señalizados por la Diputación dentro de los llamados caminos de Arte en la Naturaleza, mezcla de ruta artística y naturalista. Las 20 obras que nos encontramos durante el recorrido son de cuatro artistas relacionados con Salamanca.

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Bajo un agradable solecito iniciamos el paseo a las 10:30 h. en la plaza del castillo de Miranda, salimos por la calle de enfrente del castillo y nada más pasar los dos bares nos encontramos el panel informativo de esta ruta. Giramos a la izquierda y continuamos bordeando las murallas hasta salir del pueblo y empezar a descender por un camino empedrado que nos llevó por un robledal hasta la carretera SA-225. Cruzamos la carretera, siempre con precaución, y llegamos al puente medieval que nos permitió salvar el arroyo de San Benito sin tener que mojarnos. Continuamos la marcha por el sendero de enfrente que, entre subidas más suaves y algunas más empinadas, nos fue regalando unas magníficas vistas de Miranda y de la Sierra de Béjar. Desde que salimos de Miranda fuimos descubriendo distintas obras (unas nos gustaron más que otras) y al pasar la cama elevada, el camino nos dio un respiro empezando a llanear a la sombra de los castaños y los madroños. En el tramo de descenso que siguió un jabalí nos dio una sorpresa saliendo de entre los matorrales y cruzando el camino a toda velocidad por delante de nosotros, aunque el animalito no nos hizo ni caso. Llegamos a un cruce de caminos donde nos encontramos otro panel informativo y emprendimos otro tramo de subida en el que alternamos pistas y veredas.

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A nuestra llegada a Villanueva del Conde nos recibió una escultura del artista local Marcos Rodríguez con la que hay que mojarse. Nos arremangamos, metimos las manos en el agua y comenzamos a mojar a los peces ¡no penséis que somos unos gamberretes, es una recomendación del escultor! Seguimos adentrándonos en el pueblo por callejas y pasadizos, disfrutando de la arquitectura tradicional del pueblo, y además nos trajimos un recuerdo: la propietaria de las Casas en Batuecas nos regaló un calendario a cada uno para que sepamos en qué día vivimos. Salimos del pueblo por la carretera que nos lleva hasta el paraje del Guijarral, donde encontramos la Bodega Viñas del Cámbrico y junto a su entrada otro panel informativo de la ruta. A su lado sale un sendero por el que iniciamos la vuelta, en un plácido descenso, hasta el arroyo de San Benito. Antes de cruzar el puente nos desviamos a la derecha para seguir el curso del arroyo hasta su desembocadura en el río Francia. Aquí también pudimos ver el antiguo molino de Miranda, hoy reconvertido en restaurante. Volvimos a cruzar la SA-225 para encarar el último tramo del camino, una “subidita” que nos llevó hasta Miranda pasando por la Ermita de la Virgen de la Cuesta. Antes de comer nos dimos un paseo por las calles del pueblo, declarado conjunto histórico-artístico.

Datos de la ruta:

  • Tipo de ruta: Circular.
  • Dificultad: Baja.
  • Longitud: 11,68 km.
  • Duración: 4 horas y 30 min. (con paradas)
  • Mapa y track:

Algunas fotos del día:


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